17 de mayo de 2024 | 11:56

Bizkaia

Gasolino Erandio – Barakaldo: una lucha desesperada por la supervivencia en la era moderna

María José Gonzalez

29 de abril de 2023 | 11:00 am

Impacto de los nuevos transportes

El Gasolino de Erandio a Barakaldo, un medio de transporte con historia en la industrialización de Bizkaia, lucha por mantenerse a flote en un mundo donde los nuevos transportes y la falta de apoyo le han ganado terreno. Óscar Suárez, su actual propietario, enfrenta una situación económica complicada en la que el número de pasajeros disminuye y los gastos aumentan.

El auge del transporte público, como autobuses y metro, ha provocado que muchos de los clientes habituales del Gasolino opten por estas alternativas. Óscar explica que, en un buen día, ha pasado de llevar a más de 200 pasajeros a 150. La situación se agrava por el alto costo de los combustibles y los gastos en mantenimiento, seguros e impuestos, lo que dificulta la rentabilidad del negocio.

Un servicio histórico en peligro

La crisis económica ha llevado a Óscar a considerar seriamente la posibilidad de limitar el funcionamiento del Gasolino a excursiones y reservas de fines de semana. A pesar de su desesperación y las veces que ha pensado en abandonar, sigue al mando del barco, consciente de que si la situación no mejora, tendrá que cerrar el servicio.

Apoyo institucional y excursiones

Los Ayuntamientos de Barakaldo y Erandio son conscientes de la difícil situación del Gasolino y colaboran en la organización de viajes culturales escolares y de jubilados subvencionados que muestran la industrialización desde el agua. Aunque estas iniciativas ayudan a mantener el negocio, Óscar considera que el Gasolino debería ser tratado como un transporte público y recibir más apoyo por parte de las instituciones.

La amenaza del puente «All Iron»

La reciente confirmación de la construcción de un puente peatonal y ciclable que unirá ambas márgenes de la ría no ha sido una buena noticia para el Gasolino. A pesar de que Óscar se mantiene escéptico sobre su realización, es consciente de que, de construirse, supondría un duro golpe para su negocio.

Un mes para intentar cambiar el rumbo

Óscar se da un plazo de un mes para intentar revertir la situación del Gasolino. Durante este tiempo, espera encontrar soluciones que le permitan mantener a flote este servicio histórico que surca la ría desde principios del siglo XX, evitando tener que despedir a sus empleados o cerrar definitivamente la empresa.

La lucha de Óscar por mantener vivo el Gasolino refleja el desafío que enfrentan los medios de transporte tradicionales en un mundo en constante evolución. La historia y el encanto de este servicio se encuentran en peligro ante la falta de apoyo y la competencia de nuevas opciones de transporte. Es necesario un esfuerzo conjunto entre la sociedad y las instituciones para garantizar la supervivencia de este símbolo de la historia de Bizkaia.

Más noticias