«Puto vasco el que no bote» en Getafe

Incidente en el partido del Getafe contra el Athletic levanta polémica

En un reciente encuentro futbolístico en el Coliseum Alfonso Pérez, el ambiente se tornó tenso cuando, a pesar de las peticiones explícitas del Getafe para evitar insultos, se escucharon cánticos ofensivos dirigidos a los aficionados vascos. Este incidente ocurrió justo antes del descanso, en un partido que generalmente se caracteriza por la buena convivencia entre ambas aficiones. Los cánticos provenían específicamente del Fondo Sur del estadio, una sección conocida por albergar a los Comandos Azules, un grupo de seguidores locales.

La situación comenzó a deteriorarse cuando, en respuesta a los protocolos establecidos por la Liga, que obligan a los clubes a solicitar por megafonía el cese de cualquier canto que incite a la violencia, la xenofobia o que contenga insultos, se hizo un anuncio para pedir respeto y civismo. Sin embargo, la reacción de cierta parte de la tribuna fue todo lo contrario, entonando cánticos de «Puto vasco el que no bote», que fueron claramente audibles en todo el estadio. Este hecho no solo incumple las normativas de conducta en eventos deportivos, sino que también empaña la imagen de cordialidad que tanto el Getafe como sus aficionados han intentado promover.

Repercusiones y medidas a tomar

Este tipo de comportamientos tiene implicaciones serias tanto para los aficionados como para los clubes involucrados. Según las regulaciones de La Liga, el Getafe enfrentará sanciones económicas debido a estos actos de sus seguidores. Además, este incidente podría acarrear otras consecuencias como la imposición de partidos a puerta cerrada o más multas si los incidentes de esta índole continúan ocurriendo.

El evento es especialmente lamentable dado que los aficionados del Athletic de Bilbao, conocidos por su pasión y lealtad al equipo, son generalmente bien recibidos en el Coliseum. De hecho, en este partido, aproximadamente 1.000 seguidores rojiblancos habían hecho el viaje para apoyar a su equipo, esperando disfrutar de un encuentro futbolístico en un ambiente de respeto mutuo.

El club madrileño y las autoridades del fútbol español están ahora bajo presión para tomar medidas más rigurosas para combatir la discriminación y asegurar que los estadios sean espacios seguros y acogedores para todos los aficionados. La educación continua, las campañas de sensibilización y las sanciones más severas parecen ser necesarias para erradicar estos comportamientos del fútbol español.