Los hosteleros de Muskiz van por libre

La gran mayoría del sector del municipio se revela contra las imposiciones del LABI

Un núcleo muy importante de los hosteleros de Muskiz han tomado la decisión de saltarse a la torera las medidas especiales impuestas en el municipio de Bizkaia por el LABI del Gobierno vasco. Dichas medidas especiales impiden el acceso al interior de los locales fuera de los horarios consignados para desayunos y comidas. Pero en Muskiz este martes se ha permitido el acceso libre a su clientela con las medidas preventivas básicas.

«La decisión de la hostelería ha estado motivada porque se considera que es una profunda injusticia la exigencia del cierre perimetral del municipio y las medidas excepcionales en la hostelería cuando todo el mundo sabía, incluidos los responsables sanitarios, que Muskiz tenía los datos epidemiológicos por encima de los 400 afectados por 100.000 habitantes por culpa de un brote que hubiera superado las medidas de control este lunes como ha quedado patente en las cifras oficiales», se quejan los hosteleros.

Los hosteleros de Muskiz prosiguen sus protestas este miércoles

Las protestas de los hosteleros de Muskiz seguirán este miércoles con una concentración ciudadana que tendrá lugar en la plaza Meatzari a partir de las 20.30 horas en protesta por la decisión del LABI. Y es que los hosteleros de la localidad de Bizkaia se quejan de que ha existido un claro agravio.

Porque el brote se sabía. En el momento que contó el LABI para imponer medidas se registraron 430 casos por cada 100.000 lo que supone la alerta roja. Pero este martes esa cifra estaba ya en 213 casos por cada 100.000, lo que en otras localidades de Bizkaia es sinónimo de ampliación del horario de hostelería.

Las razones que ven en Muskiz para semejante agravio

Responsables de los hosteleros de Muskiz tienen fundadas sospechas en que este agravio parece responder al interés de que algunas localidades relevantes se quedaran fuera de un posible incremento de casos que le situaran en la zona de peligro.

Vamos, que en las principales localidades de Bizkaia quieren frenar como sea la aparición de una nueva ola en Semana Santa. Quieren en el Gobierno vasco limitar los movimientos con cualquier excusa y así nadie les puede echar en cara que la gestión de la Semana Santa fue mala.