20 de mayo de 2024 | 1:29

Deportes

En el banquillo por suplantar la identidad del Athletic en la RFEF

Acceso a la sede de la RFEF

Jeickson Sulbaran

20 de octubre de 2023 | 12:30 pm

El panorama judicial español se encuentra en vilo ante el inminente juicio que ha sacudido los cimientos del fútbol nacional. Una meticulosa tentativa de estafa que involucra a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y al Athletic Club de Bilbao sale a la luz, con una mujer nigeriana como principal acusada, dejando al descubierto una red de ciberdelincuencia y suplantación de identidad.

La Trama Desvelada

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Madrid será testigo del desarrollo de este caso sin precedentes. La acusada, identificada como R. A. A. Y., enfrenta graves cargos por intentar defraudar 460.242,86 euros a la RFEF. Su modus operandi reveló un nivel de sofisticación alarmante, donde se usurpó la identidad de Jon Berasategi, director general del Athletic Club, exponiendo la vulnerabilidad de entidades deportivas ante ataques informáticos.

Inicios del Engaño

En 2021, la acusada, carente de antecedentes pero con habilidades en ciberdelincuencia, orquestó un engaño. Hackeó el sistema del Athletic Club, accediendo a información confidencial. Descubrió una factura pendiente de la RFEF hacia el club vasco, relacionada con la reubicación de la Eurocopa 2020, y vio una oportunidad de oro.

Mediante un correo electrónico fraudulento, la mujer, haciéndose pasar por Berasategi, solicitó el pago de la deuda. Cambió un detalle crucial: la cuenta bancaria destinataria. La dirección del correo mimetizaba a la oficial, un detalle que engañaría a cualquier profesional distraído.

Actuación y Consecuencias

Alfredo Lorenzo, director de Seguridad de la RFEF, sin sospechar, procesó la transferencia. Sin embargo, la rápida percepción de la anomalía permitió detener la transacción a tiempo. Los fondos, congelados antes de llegar a manos criminales, volvieron a salvo, evitando un desfalco considerable.

Repercusiones Legales y Alertas

La detención de R. A. A. Y. en Palma de Mallorca marcó un punto de inflexión. Aunque la estafa no se concretó, el intento puso en jaque la seguridad informática de instituciones deportivas, destacando la necesidad de estrictas medidas de ciberseguridad.

La Fiscalía, subrayando la gravedad del crimen, solicita tres años de prisión para la acusada. La considera cooperadora necesaria de una estafa que pudo haber causado una crisis financiera en la RFEF. Este caso sirve como advertencia, no solo para entidades deportivas sino también para empresas, sobre los riesgos de la era digital.

Implicaciones Más Amplias

Más allá del juicio, este incidente señala una posible infiltración de mafias organizadas en delitos cibernéticos. La presunta estafadora podría ser solo la punta del iceberg, indicando una red más extensa y peligrosa. La investigación sigue abierta, buscando posibles cómplices y evitando futuros ataques.

Este evento es un llamado a la acción. Subraya la importancia de protocolos de seguridad robustos, verificación de identidad y confirmación de transacciones. La integridad del deporte, y cualquier sector, podría depender de ello.

Un Futuro en Alerta

El mundo ha presenciado el nacimiento de un nuevo tipo de delito que utiliza la tecnología para vulnerar la seguridad de instituciones respetables. La prevención y la educación en ciberseguridad se vuelven no solo necesarias, sino imprescindibles. Este juicio podría ser un referente en la jurisprudencia española y mundial, marcando un antes y un después en la protección digital de las entidades.

La sociedad espera con anticipación el desenlace de este caso, que redefinirá las medidas de seguridad necesarias para salvaguardar la identidad y las finanzas en el deporte y más allá. El veredicto, sin duda, sentará un precedente en la lucha contra la ciberdelincuencia.

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