20 de mayo de 2024 | 7:28

Deportes

Athletic Club txapeldun

Jesús Carames

7 de abril de 2024 | 1:51 am

El Athletic Club de Bilbao ha vuelto a escribir su nombre en la historia de la Copa del Rey, proclamándose campeón tras una emocionante tanda de penaltis contra el Mallorca. Este triunfo, el primero en 40 años en esta competición, se fraguó en una final vibrante que mantuvo en vilo a los aficionados hasta el último momento.

Un partido cargado de emociones

Desde el inicio, la final prometía ser un duelo de alta intensidad. A pesar de un arranque algo titubeante, donde el Mallorca pareció imponer condiciones gracias a un gol de Dani Rodríguez, el Athletic, bajo la batuta de Ernesto Valverde, no tardó en reaccionar. El tanto de los baleares, fruto de una jugada bien construida, no desanimó a los Leones, que buscaron el empate con determinación.

La reacción del Athletic

El equipo vasco, fiel a su estilo de juego y apoyado por su fervorosa afición, encontró su recompensa en la segunda mitad. Un gol de Oihan Sancet, asistido por la promesa Nico Williams, equilibró la balanza y revitalizó las esperanzas del conjunto rojiblanco. Este tanto no solo devolvió al Athletic al partido, sino que también subrayó la capacidad de resiliencia y lucha del equipo.

Una prórroga de infarto

Con el marcador igualado al final del tiempo reglamentario, la prórroga no decantó la balanza a favor de ninguno de los dos equipos, lo que llevó la definición del campeón a la siempre emocionante y cruenta tanda de penaltis. En ella, la precisión y los nervios de acero del Athletic se impusieron, dejando en evidencia la preparación y la mentalidad ganadora instiladas por Valverde.

Los penaltis dictan sentencia

La tanda de penaltis se convirtió en el escenario donde los Leones mostraron su temple, asegurando cada disparo con confianza y determinación. La habilidad de sus ejecutores y una sólida actuación de su portero en los momentos cruciales, fueron determinantes para inclinar la balanza a su favor.

Un título que se hacía esperar

Este triunfo en la Copa del Rey no solo significa la culminación de una temporada de esfuerzos y sacrificios, sino que también pone fin a una larga espera de cuatro décadas sin levantar este trofeo. Para una institución con la tradición y la pasión del Athletic, este título reafirma su lugar en el corazón del fútbol español y proporciona un motivo de orgullo indescriptible para su leal afición.

El Athletic Club de Bilbao, con esta victoria, recuerda a todos su rica herencia futbolística y su incansable espíritu de lucha. Los Leones, una vez más, rugen fuerte en España, dejando una huella imborrable en la Copa del Rey y en los corazones de sus seguidores.

Más noticias